sábado, 20 de septiembre de 2014

Cuando uno lo da todo (sin necesidad de suerte)

Hoy quiero contestar a un blog de Raia Doyle, en el mundo de fuera Lily, sobre un par de cositas... Antes que nada y que sigan leyendo más abajo, primero tendrán que darse un volteo por Urano y pinchar aquí para entender un poquito de lo que hablaré en esta especie (por la hora en la que lo escribo) de "Reflexión de Madrugada"

Para los que sean vagos para mover un poco el ratón para hacer clic, o unos obsesionados que solo quieren leer lo que escribo y los otros bloggers, para ellos, son mierdas (espero que ese caso no suceda) básicamente habla de cosas que podrían pasar en tu vida. En el texto se repite una expresión: "Con suerte" Ahí es cuando mi cabeza empezó a caminar un poco y a pensar...

¿Suerte? Si uno lo da todo no tiene que depender de ello, ¿verdad? Sólo hay tres maneras de que una persona dándolo todo no salga adelante. Que este rodeado de personas cabronas listas para hacerla caer, que en verdad solo sirve para fingir y mentir a la gente o que por circunstancias no haya podido nunca poder darlo todo como quisiera.

Desgraciadamente me faltan dedos en mis manos para contar la gente que espera una especie de ángel caído del cielo para poder sufragar su vida. Pero en el tiempo en que no llega sueltan la típica frase: "¿Qué me ha pasado? ¿Por qué tengo tan mala suerte?" Llamenme duro pero yo preguntaría "Mas bien, ¿por qué no has hecho nada para cambiarlo?"

He ahí el problema, la suerte no debería existir, existe el éxito al que todos queremos llegar, y las herramientas existen también. Se llaman Talento, Ilusión, Ganas, Superación, Creer en Uno mismo. Me entristece que gente que se que tiene un poco o mucho de todo esto se van cayendo solo porque no han podido/dejado/querido dar lo mejor de si mismos para salir adelante. Todo por una "suerte" que no llegará si no hacen nada por ello.

Por eso dejémonos de "suertes", consigamos lo difícil e intentemos lo imposible con nuestras mayores fuerzas, nuestros talentos e ilusiones. Y cuando nos pregunten como habremos llegado digamos "No fue suerte, fue lo que he querido y me siento feliz con ello" Los ángeles de verdad no están cayendo del cielo, tenemos uno dentro de nuestros corazones. De nosotros dependerá si podemos llegar lejos con él o nos quedamos estancados. Mi deseo es que haya más gente que se de cuenta de esto y quiera darlo todo por cumplir su sueño.

La suerte es sólo un pretexto de los fracasados que no han podido llegar a lo que querían, es sólo una excusa para gente mediocre. La suerte no existe... simplemente todo depende de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario