viernes, 14 de noviembre de 2014

Me faltan 4 millones

¿Solo se sabe hablar de este tema desde dos únicos puntos de vista? Yo, un canario que no sigue ni abraza colores políticos, voy a demostrar que se puede hablar desde la imparcialidad de lo que sucedió este pasado domingo.

Primero y ante todo mis respetos a los 2 millones que decidieron participar en esta consulta. Están en su derecho de participar en lo que quieran. Ahora bien, más allá de la "supuesta ilegalidad" de esta, he de admitir que la organización ha sido pésima desde el principio. Primero con la búsqueda de más votos con la inclusión de inmigrantes y ciudadanos menores de 16 años. Clara señal de que querían la victoria del SÍ a toda costa. Luego con la inclusión de personajes de dibujos animados en el censo para votar (óigase el audio de Ángel Expósito en la COPE días antes del 9-N) y para terminar de rematar el lider de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras,  contando los votos en un colegio electoral. Como decimos en Canarias: ¡CHACHO, no me jeringues! En condiciones normales te acusarían de un posible fraude.

También un tirón de orejas para los dos presidentes que están "negociando" este proceso soberanista. Artur Mas, sigue con esa hoja de ruta impulsada por sus, hasta hace poco, socios de ERC que desembocaría en una independencia y Rajoy apelando a la unidad de España y al diálogo dentro de la ley. Nuestro presidente es el menos indicado para hablar de diálogo porque apenas se ha reunido solo ¡1 vez! en 2 años que lleva este proceso en erupción. Pero también punto negativo para Mas por dejarse maneatar por los izquierdistas. Estoy convencido de que si los de izquierdas gobiernan allí, tal y como parece salir en las últimas encuestas, el proceso iría a más velocidad. Sobre todo reprocho que se centren en declaraciones televisivas y no en diálogos de despacho. Dos millones es una minoría demasiado grande como para ignorarlos de esa manera.

Sí, he dicho minoría porque aquí es donde tengo las mayores dudas. Digo datos objetivos, el censo catalán permitía el voto a 6.228.531 personas. "Sólo" fueron a votar 2.305.290 personas. Un 32,07 por ciento de la gente que podía votar. Como dije, 2 millones, de los cuales casi todos votaron el doble Sí, es una minoría demasiado grande para ignorarlos. Pero me faltan 3.923.241 de catalanes. Algunos defienden que esa es la mayoría silenciosa de la que hablan los españolistas, lo cual creo que no existe. Los independentistas dicen que han recibido presiones para no votar, argumento que se cae cuando no se ve a ningún policía nacional o Mosso D'Esquadra (policía autónoma catalana) que haya cerrado un colegio ese día.

Yo más bien soy partidario de dos corrientes totalmente defendibles. Que a una parte de la gente no le importe nada la independencia. De esta se pueden sacar varias corrientes, pero no me extrañaría que se pensase que hay mejores cosas que hacer con el dinero que han destinado a la causa soberanista. Hay que recordar que Mas está haciendo los mismos o similares recortes en educación y en sanidad que Rajoy. Pero la que creo que es mayoritaria en esos 4 millones de ausentes es el hecho de que no iban a meter un voto que al final no va a valer para nada, que es simplemente una "consultilla". Y esa corriente no querría meter un papel sin sentido, quieren que ese papel con lo que expresen tenga valor jurídico y político.

Así pues esa mayoría seguirá esperando a una urna en la que valga la pena votar. En principio será en las autonómicas catalanas (en 2 años salvo que se anticipen). Hasta entonces veremos cuando dura esta locura soberanista de Mas y el discurso débil y unitario de Rajoy. Pero a ellos y a los casi 2 millones de independentistas y a los (por ahora) pocos españolistas los tengo más que escuchados. Aún me faltan 4 millones de voces...

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