Día 10 de Septiembre. Desayunamos en España mientras casi 30 millones de venezolanos están almorzando. Algunos no se les bajará mucho la comida de los nervios. Para ellos es un día importante, su líder encarcelado encara su día del juicio final, en un país en donde la Justicia es un simple títere del poder. Ellos tienen esperanza, yo me lo veo venir.
Cenamos en nuestro país mientras al otro lado del Atlántico andan en trifulcas. Donde los blancos esperan a que se haga justicia en el Palacio, los rojos intentan disolverlos. Resultado: 1 fallecido, varios heridos. Con heridas, ellos siguen teniendo esperanza, yo me lo sigo viendo venir.
Se anuncia la hora. 19:15 en Caracas, madrugada en España. Mientras aquí los españoles entramos en el profundo mundo de los sueños, enfrente ellos entran en las pesadillas, en la incertidumbre. Pasan horas, típicos retrasos en cada cosa que tenga que ver con burocracia. Al fin la sentencia. Leopoldo condenado, 13 años por incitar a la protesta ciudadana. Ellos entristecidos, les robaron la esperanza. Yo indiferente, la vida sigue igual en la que, hasta hace poco, los canarios llamamos "La Octava Isla"
No os engaño, no me esperaba que Leopoldo López saliese liberado. Sería el suicidio político para un gobierno de Maduro (que no chavista ojo), que pasa sus horas más bajas. Al final los hilos han surtido efecto. Ni campañas consiguen que López salga de Ramo Verde, la prisión militar en donde lo han condenado. Pero... ¿acaso esa oposición ha hecho algo bien?
Ni Capriles en la audiencia final (tanto que le decía que había ayudado), apenas 300 personas en el Palacio de Justicia, misma cantidad en Chacao (de donde era alcalde López), ni ninguno de los dirigentes de la alianza opositora apoyándole. ¿Es esta la oposición unida de la que nos hablan?
Para colmo, todo esto quedará en el olvido en unos días. La patria de Bolívar volverá a la rutina de colas para comprar, desangramiento económico en un país que lo tiene todo pero que tanto blancos como rojos tienen que mendigar ese todo para al menos tener el agua al cuello, y no en la cara.
Me considero totalmente descreído de la política en general. En el caso venezolano, Maduro esta demostrando ser el político más incompetente que he visto jamás en mi vida, y la oposición solo está pendiente de si E.E.U.U. les echa un cable mientras "hacen patria" con simples mensajitos de Facebook, en vez de salir a las calles.
Todo eso hace que la sociedad venezolana también no crea en que pueda cambiar y eso es lo más grave del asunto. Si tan mal están, ¿porque no se prolongaron las manifestaciones después del pasado Febrero de 2014? Si tal es el descontento, ¿porque la ciudadanía no tiene voz? No se prolongarán las manifestaciones ni tendrán voz, ellos también son títeres de un líder, sea blanco o rojo.
Una última cosa, a esos esperanzados. Ilusos os llamo si piensan que el 6D con unos papeles llamados votos cambiarán la historia y el color político. Ustedes seguirán a la expectativa, yo y unos cuantos más seguiremos indiferentes.
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